Clos de Luz Azuda Syrah
Rojo cereza oscuro con violeta. Aromas de fruta roja madura, algo de betarraga, especias, suave tostado. Boca fresca, jugosa, compacta, algo tostada.
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Rojo cereza oscuro con violeta. Aromas de fruta roja madura, algo de betarraga, especias, suave tostado. Boca fresca, jugosa, compacta, algo tostada.
Neyen, un ensamblaje clásico de Cabernet Sauvignon y Carmenere, refleja fielmente los ricos suelos de Apalta. Cada año, busca lograr un equilibrio y una sinergia elegante entre las características de ambas variedades. El Cabernet Sauvignon aporta estructura, mientras que la Carmenere, la variedad perdida de Burdeos, ofrece una textura suave y un final sedoso. Este vino del nuevo mundo con esencia del viejo mundo es un reflejo de las vides y los suelos centenarios de la propiedad en Apalta.
De un terroir único en el Valle de Leyda, Amaral Syrah destaca por ser una combinación de 3 tipos de suelos; calcáreos, aluviales y graníticos, lo cual lo convierten en un vino único, naturalmente más elegante y refrescante. De un color rojo rubí profundo con notas violetas. Es fresco con delicadas notas a arándanos, fruta negra mezclado con toques florales cuando abre. También tiene notas a tierra y bosque mezcladas con toques ahumados, dándole complejidad y elegancia a un vino que muestra personalidad y carácter de clima frío. Largo, con buen volumen, tiene una refrescante acidez que resulta en un vino muy agradable. Taninos bien integrados, con un buen balance y agarre.
De color amarillo brillante y una nariz encantadora, un jugo de piñas maduras acompañadas de gotas de limón. Esa nariz da paso a una boca delicada, con una acidez firme, punzante, con filo. Y todo envuelto en sabores frutales generosos, amplios, pero a la vez muy refrescantes. Viene de una selección de barricas de suelos arcillosos y volcánicos en la zona de Traiguén, en Malleco, hacia el sur de Chile. Posee una gran energía y precisión, pero sobre todo destaca por su textura mineral y profundidad.
Una nariz encantadora, un jugo de piñas maduras acompañadas de gotas de limón. Esa nariz da paso a una boca delicada, con una acidez firme, punzante, con filo. Y todo envuelto en sabores frutales generosos, amplios, pero a la vez muy refrescantes. La crianza se ha extendido por diez meses en barricas, el 10% de ellas de madera nueva.